La violencia de género se ha convertido en la primera causa de muerte de las mujeres. Miles de mujeres son asesinadas cada año por el sólo hecho de ser mujeres
El informe presentado por el Fiscal General del Estado, Juan Lanchipa, indica que hasta el 31 de diciembre del 2023 se registraron 81 feminicidios (14% menor a la del anterior año). La mayor incidencia de feminicidios se encuentra en el departamento de La Paz con 23 casos, seguido de Santa Cruz con 20, Cochabamba 12, Potosí 9, Beni 6, Tarija 4, Oruro 3, Chuquisaca 3 y Pando 1 (Fuente: Fiscalía General del Estado).
Es hora de construir un futuro donde las estadísticas reflejen la erradicación, no la persistencia de la violencia de género. El compromiso de erradicar la violencia de género debe trascender las estadísticas y convertirse en un llamado a la acción colectiva.
Ahora los procedimientos deben ser más simples y ágiles, con juzgados que atiendan 24 horas al día, con medidas de protección que se cumplan, con atención gratuita, con- fidencialidad sobre la identidad de la víctima, con investi- gaciones de oficio, con certificados médicos emitidos en cualquier centro de salud.
Una de cada tres mujeres en el mundo experimenta violencia física o sexual, principalmente a manos de su pareja. La violencia contra las mujeres y niñas es una violación de los derechos humanos. Sus consecuencias físicas, sexuales y mentales, tanto inmediatas como a largo plazo, pueden ser devastadoras e incluso pueden provocar la muerte.
La violencia afecta de manera negativa el bienestar general de las mujeres e impide que participen plenamente en la sociedad. Afecta a sus familias, a la comunidad en la que viven y al país en su conjunto. Supone costos altísimos, desde una mayor atención sanitaria y gastos legales hasta pérdidas de productividad.
De un total de 165 países con leyes contra la violencia en el hogar, solo 104 tienen una legislación integral en esta materia. Sin embargo, los países con legislación contra la violencia en el hogar tienen tasas más bajas de violencia en la pareja que aquellos que carecen de ella (el 9,5 por ciento frente al 16,1 por ciento).
Nuestras soluciones
El derecho de las mujeres a vivir una vida sin violencia figura en diversos acuerdos internacionales, como la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y la Declaración de las Naciones Unidas sobre la eliminación de la violencia contra la mujer de 1993.
Tan solo el 40 por ciento de las mujeres busca algún tipo de ayuda después de experimentar violencia, por lo que promovemos y apoyamos el acceso de las mujeres y niñas a servicios multisectoriales de calidad, que son esenciales para su seguridad, protección y recuperación, sobre todo para aquellas que ya sufren múltiples formas de discriminación.
Colaboramos con Gobiernos, organismos de las Naciones Unidas, organizaciones de la sociedad civil y otras instituciones para encontrar formas de prevenir la violencia contra las mujeres y niñas, con énfasis en la educación temprana, las relaciones respetuosas y el trabajo con hombres y niños. La prevención sigue siendo el medio más eficaz, económico y duradero para acabar con la violencia a largo plazo.
Como parte del enfoque integral de ONU Mujeres, la organización también trabaja con entidades aliadas para mejorar la recopilación y el análisis de datos a fin de alcanzar una mayor comprensión de la naturaleza, la magnitud y las consecuencias de la violencia contra las mujeres y niñas. La recopilación y el análisis de datos ayuda asimismo a entender qué medidas sí resultan eficaces en la lucha contra este tipo de violencia, y cuáles no lo son.